Decíamos en el artículo Indemnización por latigazo cervical (I) que las compañías de seguros han puesto en el punto de mira las dolencias de tipo cervical, por entender que buena parte de fraudes de los usuarios a las aseguradoras provienen de exagerar o directamente inventarse un esguince cervical a fin de cobrar varios miles de euros por daños inexistentes o sobredimensionados. De hecho, entre las compañías aseguradoras se ha acuñado el término cuponazo cervical para referirse a los presuntos autores de este tipo de estafas.
Pero la indemnización por latigazo cervical tiene otros protagonistas, y es los ciudadanos que realmente lo sufren a consecuencia de un accidente de tráfico. En FM Abogados Tenerife nos enfrentamos a diario con una situación como la que sigue: un cliente sufre un accidente de tráfico (en la mayoría de casos una colisión por alcance trasero) y a las pocas horas se empieza a encontrar mal y acude a un hospital de Tenerife, donde le diagnostican un latigazo o esguince cervical, le ponen un collarín y le recetan antiinflamatorios y analgésicos, citándolo para iniciar la rehabilitación al cabo de unos pocos días. Resulta que como las compañías de seguros, en su eterna paranoia, hacen pagar justos por pecadores, al accidentado ni le practican una resonancia magnética ni le atienden cuando manifiesta que su patología no remite, dándole el alta de rehabilitación a no más allá de veinte sesiones desde el accidente de tráfico, esté como esté, lo cual no tan sólo afecta a la indemnización por latigazo cervical, sino incluso a su salud. En esos casos los clientes nos llaman desesperados porque encontrándose mal son forzados a reincorporarse a su trabajo habitual con grave riesgo de recaída o incluso de accidente laboral, debiendo en algunos casos de sufragarse ellos su propia rehabilitación.
Hemos hablado en otras ocasiones del baremo de tráfico. En el mismo están recogidas las cantidades que se han de cobrar por dias de baja y secuelas tras accidente de circulación. Este baremo se actualiza cada año, normalmente en base al índice de precios al consumo (IPC).
Pues bien, desde hace meses se encuentra reunida una comisión de estudio o grupo de expertos para reformar el baremo de tráfico. En dicha comisión hay desde asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico hasta la patronal de las compañías de seguros, poderoso lobby que lleva lustros intentando reducir las indemnizaciones por lesiones a meras propinas. Aún se desconoce el resultado de dicha reforma, pero ya en el mundillo en el que nos movemos se empieza a insinuar que así como las lesiones importantes (el 2%) posiblemente vean incrementadas sus indemnizaciones, las leves o moderadas (el otro 98%) puedan verse revisadas a la baja.
Dentro de esos anunciados recortes, al parecer la palma se la va a llevar la indemnización por latigazo cervical. Aducen las aseguradoras -con el siempre complaciente beneplácito del gobierno de turno, tradicionalmente atento al interés más digno de protección- que los esguinces cervicales son una insufrible sangría y un agujero negro por el que se cuelan a diario el fraude y la ambición de la ciudadanía.
Ignoramos en qué quedará dicha reforma, aunque vistos los precedentes no somos muy optimistas…
Fuente/Aportación: FM Abogados Tenerife
Fecha: 12/03/2014
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