Pongámonos en situación con un ejemplo muy habitual: alguien sufre un accidente de tráfico y resulta con lesiones. La reclamación de indemnización se alarga y la verdad es que no estamos muy contentos con la manera en que nos ha tratado nuestra aseguradora. En estas que nos vence el recibo y nos planteamos si cambiar de seguro tras accidente nos puede perjudicar de alguna manera.
Antes de responder, y para que nadie se me confunda por el camino, hemos de entender una cosa: todos los seguros son anuales. Cosa distinta es que las aseguradoras nos permitan el pago fraccionado, bien sea semestral, trimestral o incluso mensual. Esto es, si yo contrato mi seguro en enero, pero lo pago trimestralmente, me pasarán al cobro un recibo en enero, otro en abril, otro en julio y otro en octubre, y de nuevo en enero, etc. Dentro de este contexto, puedo cambiar de seguro tras accidente sin ningún problema siempre que haya abonado la anualidad. Esto es, en el ejemplo, puedo no aceptar la renovación en enero, pero no puedo dejar de pagar -por ejemplo- el recibo trimestral de abril.
Y puedo cambiar de seguro tras accidente debido a que en el momento del siniestro yo estaba asegurado, con independencia de que cumplida la anualidad me vaya a otra aseguradora. Esto no comporta ningún tipo de perjuicio, y por supuesto tendré derecho a todas las coberturas contratadas en el momento del siniestro, tanto médicas como de reclamación, etc. No tengan miedo a represalias o sorpresas. Piense que -de hecho- a su seguro le da igual si usted renueva o no con ellos, ya que para ellos usted es uno enter millones.
Eso sí, le recomiendo que si va a cambiar de seguro tras accidente (o sin tenerlo), no se limite a devolver el recibo cuando le llegue. En principio debería solicitar la no renovación por escrito con una antelación de un mes (en algunas pólizas exigen hasta dos). Sería interesante que ese escrito lo enviaran por correo certificado con acuse de recibo, ya que en caso contrario la compañía de seguros podría alegar no haber recibido la comunicación y en consecuencia estarían habilitados para interponer una demanda contra usted (en la práctica no suele pasar, pero mejor no llamar al mal tiempo)
Una razón para cambiar de seguro tras accidente es que con las nuevas políticas de cobro de las aseguradoras, aunque el siniestro no haya sido culpa suya, en la siguiente renovación a buen seguro o le rescindirán la póliza o bien le incrementarán de manera sustancial el importe de lo que les deba pagar. Esto es así porque desde que inventaron los convenios entre compañías, aunque el responsable del siniestro sea otro vehículo, al final es su propio seguro quien se ocupa de pagar tanto los daños de su coche o moto como las facturas del centro médico donde usted esté realizando la rehabilitación.
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